Médico de la primera línea serenense es reconocido por sus propios vecinos
El facultativo del Hospital de La Serena extendió el homenaje a cada uno de los trabajadores de la salud, que a diario, luchan por salvar la vida de las personas durante la peor crisis sanitaria del último siglo.
Su característica sonrisa afable refleja la emoción y el agradecimiento embarga al doctor Juan Añazco en medio de la pandemia. Y es que sin duda, su profesionalismo, trato humano y amor por lo que hace ha dejado huellas no sólo en sus pacientes, sino que también en toda la comunidad. Hoy, sus propios vecinos del sector de La Pampa lo reconocen por la gran labor que ha desempeñado durante la emergencia en la popularmente denominada “primera línea”.
“Fue absolutamente sorpresivo lo que ocurrió porque apareció un cartel en mi casa donde se me reconocía el trabajo que estoy realizando. Mi señora me mandó una foto, después salió en el diario, me empezaron a llamar y recibí mensajes de amigos y pacientes que me felicitaban, pero de verdad yo encuentro que sólo hago mi trabajo y con mucho agrado. Estoy tremendamente agradecido, siento un gran compromiso con lo que estoy haciendo, lo hago con una tremenda responsabilidad y entrega, realmente lo disfruto”, expresó el médico de la Unidad de Paciente Crítico (UPC) del Hospital de La Serena.
El rol que cumple por estos días resulta fundamental, el doctor Añazco es médico internista y sub-especialista en medicina intensiva y enfermedades respiratorias, con 24 años de experiencia en la UPC del recinto asistencial serenense, equipo que realiza todos sus esfuerzos para recuperar la salud de los pacientes que se encuentran más graves. En la actualidad, divide su vida entre La Serena y Ovalle, ciudad donde apoya al personal durante la contingencia.
Pese a estar “liberado de guardia” – facultad legal que le permite no hacer turnos de 24 horas, al cumplir 20 años de servicio – volvió a trabajar día y noche para tratar a sus pacientes. Hoy por hoy, la pandemia lo tiene alejado de su familia porque como a muchos trabajadores de la salud, decidió marcharse de su hogar para cuidar a quienes ama, mientras él lucha la gran batalla contra el Coronavirus junto a sus compañeros del hospital.
“Para poder lograr este ritmo de trabajo, estando expuesto regularmente a pacientes infectados, acordamos con mi familia que me iría de mi casa, me fui a vivir a otra parte durante esta contingencia, como una manera de disminuir el riesgo para ellos y eso, por supuesto que ha trastocado toda mi manera de vivir”, manifestó conmovido, pero con gran orgullo.
Esta emotiva sorpresa fue otorgada por la comunidad del barrio que lo ha acogido durante 12 años y aunque hace 2 meses ya no está viviendo allí por la contingencia, sus vecinos recuerdan y valoran la labor de este médico que también fue hijo ilustre de la ciudad de La Serena en el año 2012. “Vivimos en un pasaje tremendamente tranquilo, donde hay muchos niños. Yo jamás me imaginé que podían hacer algo así por mí”, confesó.
LA HISTORIA DEL “PAPI” DEL HOSPITAL DE LA SERENA:
Durante su carrera, Juan Añazco ha sido cariñosamente apodado por sus compañeros como “el papi”, ya que fue uno de los fundadores del servicio en el que hoy se desempeña y ha participado activamente en la formación de su propio equipo. Al respecto, comentó que tuvo “el orgullo y la oportunidad de liderar el grupo que formó la Unidad de Paciente Crítico del Hospital de La Serena, entonces, tomé el rol como de ´padre´ con mucho cariño, la verdad que para mí es muy grato trabajar acá”.
UN RECONOCIMIENTO PARA TODOS LOS “HÉROES SIN CAPA”:
El médico intensivista también recalcó que la labor que hoy en día él realiza “también la hacen muchas personas. Los médicos, el equipo de enfermería, auxiliares y tantos más, ellos, incluso están más expuestos que nosotros porque están más tiempo en contacto con los pacientes. Por eso, yo extiendo este reconocimiento hacia mi persona a todo el equipo de salud, de verdad lo siento así porque todos estamos trabajando con un mismo objetivo, que es recuperar la salud de nuestros compatriotas que están enfermos”.
En estos tiempos difíciles y de mucho sufrimiento, sin duda se valoran sentidos reconocimientos como estos, y que hoy todo el país y el mundo entero se ponen de pie para aplaudir la entrega y el esfuerzo de tantos “héroes sin capa” de la salud como Juan, que a diario, luchan por salvar la vida de la población durante la peor crisis sanitaria del último siglo.