Este procedimiento quirúrgico genera una apertura en la tráquea para que el paciente respire y se ha vuelto común en niños que presentan parálisis en las cuerdas vocales, ventilación mecánica prolongada o malformaciones en las vías aéreas. Desde el 2017 a la fecha, se han registrado 23 procedimientos en pediátricos con una estadía promedio de 30 días.

Cada año han aumentado los pacientes pediátricos que requieren ser traqueostomizados para respirar, realidad que ha desafiado a los equipos de salud a buscar herramientas que permitan entregarles una atención segura y prevenir las complicaciones habituales que presentan estos pacientes.

Es así que el equipo de la Unidad de Tratamiento Intermedio Pediátrico (UTIP) del Hospital de La Serena trabajó intensamente para generar un protocolo que permita estandarizar las atenciones de estos niños e invitó a las unidades de emergencia, pediatría y todo el personal UTIP para dar a conocer el material, que por primera vez cuenta con un enfoque exclusamente pediátrico y se suma al protocolo de manejo para adultos traqueostomizados que existía en el recinto de salud.  

“Para nuestro equipo, este momento es especial muy especial y queremos difundir el protocolo en cada uno de los servicios por donde transitan nuestros pacientes porque necesitamos estandarizar su atención en todo el hospital asegurándonos que van a estar cuidados de la misma forma y obviamente prevenir las complicaciones más frecuentes como traqueítis (infección), granulomas, decanulaciones accidentales entre otras”, explicó Natalia Millalen, enfermera supervisora UTIP quien además hizo un especial reconocimiento a la enfermera Francisca Collado y al Kinesiólogo Darwin Burrows, por sus aportes en la elaboración del documento.

Además, la profesional destacó que una vez que estos niños se van de alta, es fundamental la educación que se les realiza a los padres para que ellos aprendan a manejar correctamente la traqueostomía, hasta que puedan volver a respirar por su vía aérea natural.