Sepa qué cambios y mejoras llegaron para quedarse en el Hospital de La Serena con la campaña de invierno
La campaña de invierno es una estrategia ministerial que busca desplegar una atención oportuna ante el aumento de la circulación viral propia del periodo, cada año se da el vamos en el mes de abril, proyectándose hasta el 31 de agosto y dependiendo de las circunstancias, podría extenderse hasta septiembre.
Desde la pandemia, el sector salud ha vivido una gran transformación, que ha implicado nuevas formas de trabajo, desarrollo de competencias y habilidades en medio de contingencias nunca antes vistas, experimentando un gran salto tecnológico y de infraestructura que era impensado a la velocidad que se produjo. Lo cual no ha estado libre de una sobrecarga para el personal y sistema en general, que pasó de salvar millones de vidas en la emergencia sanitaria más importante del último siglo, a dar continuidad de los cuidados postergados y junto con ello, experimentar una readaptación de la vida tras los dos años de encierro, con efectos en la salud mental y sistema inmunitario de las personas, entre otros impactos.
La campaña de invierno 2023 ha sido particularmente dinámica, requiriendo una robusta y enérgica respuesta del sector salud, cuyos trabajadores han tenido que ser flexibles para adaptarse a los múltiples cambios que han experimentado y junto con ello, fortalecer el trabajo en equipo y la comunicación, para tomar decisiones centradas en el paciente con un enfoque interdisciplinario. En este contexto, el equipo de salud del Hospital de La Serena ha sacado importantes lecciones que, en la voz de sus protagonistas, esperan que sean prácticas que se perfeccionen cada vez más y hayan llegado para quedarse.
El bloque pediátrico: una nueva forma de atención y trabajo
El director (s) del Hospital de La Serena, Iván Marín, destaca la creación del “Clúster o Bloque Pediátrico”, que consiste en un nuevo enfoque que concentra en una sola estructura la atención de Urgencia Pediátrica, el Servicio de Pediatría y la Unidad de Tratamiento Intermedio Pediátrico, todo ello con el fin de agilizar la respuesta al paciente, desde que llega a consultar en urgencia hasta pasar por un proceso de hospitalización. Al respecto el director señala que, “si bien era una idea que veníamos conversando previo a la campaña de invierno, se materializó en medio de toda la contingencia. Buscábamos un cambio organizacional que permitiera optimizar el flujo de los pacientes, en este caso de los pediátricos, cuyo tránsito desde la urgencia a la unidad de hospitalización fuera en el menor tiempo posible y para ello dispusimos, por el periodo de la campaña de invierno, crear ese bloque donde la unidad de emergencia pediátrica dependiera también del jefe del servicio de pediatría del hospital y así ha funcionado durante este tiempo y los resultados han sido satisfactorios, hemos recibido una muy buena evaluación de parte de los integrantes del equipo y usuarios; y ésta finalmente es una medida que llegó para quedarse en forma permanente, lo que se traducirá en un cambio en la orgánica de nuestro hospital”.
En términos prácticos, el Jefe del Servicio de Pediatría y actual Coordinar del Bloque Pediátrico del Hospital de La Serena, doctor Sergio Puebla, explica que además cuenta con un coordinador por cada área, es decir, en la unidad de emergencia, en el servicio de pediatría y en la UTIP, con quienes se comunica y trabaja en equipo; es más, detalla que su oficina se transformó en una especie de co-work donde se realizan reuniones periódicas de coordinación y los profesionales pueden ir a realizar trabajo administrativo, de registros clínicos y discusión de casos.
“Este nuevo modelo de trabajo busca, a través de un liderazgo común, desarrollar una capacidad decisional en conjunto donde el paciente esté al centro y se evalúe su situación desde múltiples ángulos. Por ello, participa epidemiología, infecciones intrahospitalarias, enfermería, todos los estamentos pediátricos, adquisiciones, las subdirecciones y neonatología, para tomar decisiones de la manera más racional posible, de tal forma que sea lo mejor para el niño que es nuestro interés vital”, precisó Puebla.
En este contexto también se creó la figura de una Enfermera Coordinadora que trabaja codo a codo la gestión junto al Jefe Médico y ésta responsabilidad recae en la enfermera María Elena Letelier, quien se ha desempeñado tanto el área clínica del paciente crítico neonatal como en el área de gestión, vinculándose con el mundo académico y formativo, a través de la función de Relación Asistencial Docente.
Mejorando la comunicación entre los equipos
María Elena Letelier, enfermera coordinadora del Bloque Pediátrico del Hospital de La Serena explica que desde marzo se realizan reuniones diarias, de lunes a domingo, a las 12 del día con los distintos responsables tanto del área clínica como de apoyo de todo el hospital, donde se presentan casos para resolver en conjunto, desde traslados de pacientes a otros servicios o unidades hasta tomar la decisión de un alta. Además de plantear las necesidades y recursos que se requieren para asegurar el óptimo funcionamiento del establecimiento en beneficio de los pacientes.
“Se analizan los casos desde distintas perspectivas y también participa el equipo de Gestión Paciente, que tiene un rol clave en la dinamización de los movimientos de los pacientes tanto al interior del hospital como en la región e incluso en la red nacional. Estas reuniones diarias han hecho que sea más dinámico aún el proceso, porque cada uno de los participantes llega con información para tomar decisiones con un enfoque integral y multidisciplinario, esto nos ha permitido tener una alta capacidad de reconversión dependiendo de las necesidades diarias que se van presentado, por eso que es vital que esta comunicación se mantenga fluida y en forma permanente, este aprendizaje no lo debemos perder”, precisó Letelier.
Importante inversión en equipamiento e infraestructura
Rocío Ramos, es Encargada de Equipos Médicos del hospital serenense y forma parte de la Subdirección de Operaciones que, junto a la Subdirección Administrativa del establecimiento y el área médica-clínica, han trabajado en el diseño e implementación de un importante plan de mejora que contempló un reforzamiento de los equipos, equipamientos e infraestructura, con la finalidad de enfrentar la campaña de invierno de la mejor forma posible, alcanzando una inversión total de 300 millones de pesos aproximadamente.
A mediados de abril se transformó el Servicio de Pediatría con una red de oxígeno, incorporando a la vez, una nueva red de aire comprimido, para poder complejizar las camas y reconvertir áreas en la medida que se fuera necesitando. Además, se sumó al stock, ventiladores mecánicos no invasivas y otros invasivos, además de máquinas de gases arteriales portátiles y un ecógrafo para la UTIP.
Para la ingeniera biomédico, todo esto ha implicado una importante inversión y trabajo en infraestructura y equipamiento, por ejemplo, en el primer caso “se han complejizado y fortalecido las redes de oxígeno y electricidad, realizándose diversos trabajos, desde la normalización de gases clínicos en el área de pediatría que involucró cambios en las canaletas que contienen las tomas de oxígeno, aire y electricidad, como la instalación de válvulas de corte, la actualización de las tomas murales, así como también el cambio de enchufes y luminarias para las camas de pediatría y en UCI Neonatal, y la habilitación de un selector en la urgencia pediátrica que se diferencia del box donde se atienden los accidentes escolares, lo que ha permitido agilizar la atención de los pacientes”.
Además, en cuanto a las mejoras en equipos y equipamientos, la profesional detalló que se fortaleció el área pediátrica con “10 monitores multiparámetros, 5 ventiladores mecánicos no invasivos, 7 concentradores de oxígeno para hospitalización domiciliaria y un ecógrafo portátil”.
La articulación con la red
Para el director del Hospital de La Serena, los mayores desafíos de esta Campaña de Invierno han estado concentrados en la demanda de los menores de un año y los menores de 4 años, “fue muy llamativo esa composición de la demanda y por ende las necesidades que tenían los pacientes eran de camas críticas, nosotros habitualmente tenemos una oferta de 6 camas de intermedio pediátrico y rápidamente llegamos a 21 camas. Siempre hubo un muy buen trabajo en red, dado que los cuidados intensivos están en el Hospital de Coquimbo, lo que ha significado un despliegue muy importante pero que ha contado con una muy buena coordinación entre los equipos de ambos hospitales”.