Sobrevivió al cáncer de mama: “Soy una mujer joven y nunca imaginé que me iba a pasar a mi”
Cada mes de octubre, el mundo se tiñe de rosa para crear conciencia sobre esta patología que diariamente, cobra la vida de 3 personas del género femenino en nuestro país.
Al verla, uno jamás imaginaría todo lo que ha debido vivir en los últimos meses. Y es que su actitud, fe y fortaleza son realmente ejemplares. A sus 36 años, Carol Correa le dobló la mano al destino y sobrevivió al cáncer de mama, una enfermedad que va en aumento y que cada día, es diagnosticada en mujeres más jóvenes. Además, esta afección constituye la primera causa de muerte por cánceres en mujeres de la región, Chile y el mundo.
En abril de 2020 y en plena pandemia, Carol recibió la noticia que marcó un antes y un después en su vida. “Me afectó mucho, buscaba respuestas de por qué me había ocurrido a mí, si en mi familia no había ningún antecedente, pero en verdad uno se puede preguntar ¿por qué no a mí? si nos puede ocurrir a todos. Pensé ´estoy en el mejor momento de mi vida y me llegó esto a darme un golpe tremendo´. Era una mujer joven, uno piensa que esto les pasa sólo a las que tienen sobre los 40 y nunca imaginé que me iba a pasar a mí”, expresó.
Esta luchadora mujer fue diagnosticada con un cáncer de mama bastante agresivo, luego de descubrir una inflamación en su axila derecha y cuando su hijo tenía tan sólo 4 años. Recibió su tratamiento en el Hospital de La Serena, su radioterapia en Valparaíso y logró recuperarse gracias a ello, el apoyo de su familia y su admirable actitud positiva. Hoy, confiesa que incluso tomó su enfermedad como una oportunidad para sanar sus heridas del pasado y construir una mejor versión de sí misma. Detectar a tiempo la patología fue vital.
“Me había enfocado en buscar la felicidad, el amor y la paz afuera, cuando en realidad todo estaba dentro de mí y ocurrió el milagro, las quimio hicieron su efecto. Hay que estar pendiente y no sólo de autoexplorarse, yo lo hacía y nunca encontré nada, hay tumores que se ocultan. Cuando uno siente que hay algo extraño o alguna molestia en las mamas o en las axilas, tiene que consultar y hacerse chequeos periódicamente. Si no se hubiera detectado a tiempo, lo más probable es que no estaría aquí contando mi historia”, manifestó la mujer de ahora 37 años.
El temor, la vergüenza, el desconocimiento y la falta de oportunidades muchas veces determinan la tardía detección de esta patología y pueden sellar el futuro de quienes la padecen, marcando la diferencia entre la vida y la muerte. Sin embargo, resulta importante recordar que este es un cáncer que tiene más del 90% de posibilidades de recuperación si es detectado oportunamente.
La doctora Tatiana Danilova, Jefa del equipo de Cirugía Mamaria del Hospital de La Serena, explicó que “detectarlo tempranamente permite tener mayores posibilidades de sobrevida y mejores resultados de tratamiento. Los 3 pilares de la detección precoz son el autoexamen, que no es menor porque la mujer primero debe conocer su organismo y además, que la mamografía – que es importantísima – se empieza a hacer a partir de cierta edad y hoy cada día aparecen más mujeres jóvenes con este cáncer, hacerse exámenes mamarios con especialistas ante cualquier cosa extraña también es fundamental y realizarse la mamografía desde los 40 años”.
La cirujana detalló que si la mujer detecta algo fuera de lo habitual antes, debe empezar a realizarse una ecografía mamaria. Asimismo, si existen antecedentes genéticos, se recomienda hacer la mamografía a partir de los 30 a los 35 años.
Cada día, en Chile mueren 3 mujeres por cáncer de mama y se estima que una de cada ocho, podría llegar a tener cáncer de mama al final de su vida. Al respecto, la doctora Marvila Intriago, Jefa de Oncología del recinto asistencial serenense y referente regional del Servicio de Salud Coquimbo, señaló que “el cáncer en general ha ido en aumento y el de mama ha ido al alza también. En nuestra región, tenemos pacientes desde los 26 años con esta patología y esto se asocia a una mayor agresividad cuando los grupos etarios son menores a los habituales”.
Además, la hematóloga declaró que ojalá como sociedad, “tomemos conciencia de que probablemente de aquí a 25 años más, el cáncer se va a transformar en una verdadera pandemia porque los números así lo proyectan y en ese sentido, el mensaje es a que consulten de forma temprana y que se hable abiertamente el tema en los hogares y en los colegios para detectarlo oportunamente”.
Pese a esto, lo cierto es que lamentablemente, sólo el 36% de las mujeres se realiza la mamografía cada tres años, lo que significa que dos tercios de ellas se encuentran en un riesgo que es completamente prevenible, sólo por el hecho de no realizarse este examen. El cáncer de mama es una patología GES (ex AUGE), por lo tanto, cualquier hombre o mujer mayor de 15 años, tiene acceso a diagnóstico, tratamiento, rehabilitación, seguimiento y cuidados paliativos en el sistema público de salud.
EL HOSPITAL REGIONAL DEL CÁNCER:
En la Región de Coquimbo hay 3 hospitales que tratan el cáncer de mama, el Hospital de La Serena es el centro de referencia oncológico regional, donde se ofrecen la mayor cantidad de prestaciones relacionadas con el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad, se realiza la quimioterapia, las cirugías y se coordina la radioterapia con Valparaíso.
René Ramos, enfermero de la Unidad de Oncología del establecimiento, indicó que“el equipo multidisciplinario de Hemato-Oncología es una gran familia, donde contamos con hematología de hospitalización, quimioterapia, Cuidados Paliativos y Alivio al Dolor, policlínico de oncología, el área de gestión y de psicosocial. A quimioterapia los pacientes llegan muy temerosos porque piensan que hay una especie de cámara de gases y que va a ser tortuoso. Eso no es así, le administramos su tratamiento como cualquier otro, siempre está consciente, puede comer, ver televisión y conversar con sus compañeros para compartir sus experiencias”.
Despejando mitos en torno al tratamiento de este cáncer, el doctor Javier Elorza, cirujano y oncólogo del Hospital de La Serena, profundizó señalando que“hace 50 años, el tratamiento del cáncer de mama era bastante mutilante, se hacía una mastectomía total donde incluso se sacaban parte de las costillas. En los 80, cambió todo, gracias a un estudio de un grupo de especialistas norteamericanos y hoy, es muy poco habitual que se saque toda la mama. Por otro lado, la radioterapia es un proceso bastante seguro y la quimioterapia efectivamente hace caer el pelo, es inevitable y afecta mucho, pero lo bueno es que se puede volver a recuperar”.
En tanto, la doctora Danilova, finalizó comentando que luego de la pandemia, “yo creo que desgraciadamente podrían aparecer pacientes con cáncer en etapas más avanzadas porque por el miedo de salir de la casa, dejaron de hacerse exámenes preventivos. Ahora que la mayoría estamos vacunados, estamos más protegidos que antes, así que, por favor, hágase el autoexamen, acuda a los especialistas y si tienen más de 40 años, empiecen a hacerse la mamografía”.
¿CÓMO REALIZAR EL AUTOEXAMEN?
La recomendación es que, a partir de los 15 años, te auto-examines todos los meses, 10 días después del comienzo del período menstrual. Párate desnuda frente al espejo, pon tus brazos a los lados y observa tus pechos, su caída, su simetría y si presentan algo fuera de lo normal. Luego, levanta tus brazos y vuelve a mirar, posteriormente, pon tus manos en las caderas y repite.
Porteriormente, recuéstate en una cama, pon un brazo atrás de tu cabeza – a la altura de la nuca – y con la otra mano toca tu mama haciendo círculos con los tres dedos medios. Luego, hazlo en forma vertical, de abajo hacia arriba y de arriba a abajo. Para finalizar, comprime el pezón con los dedos para confirmar que no haya salida de secreción. No olvides revisar tus axilas, tocándolas y chequeando la presencia de pequeños bultos ¡Tócate! ¡Salvar tu vida puede estar en tus manos!
¿CUÁLES SON LAS SEÑALES DE ALERTA Y LOS FACTORES DE RIESGO?
Otras señales de alerta son presencia de durezas internas, aparición repentina de hendiduras, piel de naranja, secreción de sangre por el pezón, asimetría repentina o protuberancias. Es crucial que acudas inmediatamente al médico si durante el autoexamen notaste alguna anomalía en tus mamas. Además, es importante que recuerdes que este examen no reemplaza la mamografía, el único procedimiento capaz de detectar oportunamente el desarrollo de este tipo de cáncer y que las mujeres deben comenzar a realizar a partir de los 40 a 45 años. Los principales factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama son: ser mujer, tener antecedentes genéticos, el tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y otras drogas, la obesidad, el sedentarismo, tener más de 50 años, la vulnerabilidad social, haber tenido una menarquia o primera regla tempranamente o la menopausia tardía, el uso excesivo de anticonceptivos, la sobreexposición a estrógenos y no tener hijos, tener uno solo, o tenerlos en edades más avanzadas.